miércoles, 29 de febrero de 2012

Mercadillo Solidario



La Hermandad celebrará este fin de semana, su primer "Mercadillo Solidario", donde se podrá encontrar una gran variedad de artículos.

La cita es este fin de semana, sábado 3 de Marzo y Domingo 4 de Marzo, en los salones parroquiales externos de la Parroquia de Ntra. Señora de los Dolores, sede de la Hermandad.

Te esperamos!

martes, 28 de febrero de 2012

Chocolatada Solidaria



El Grupo Joven de la Hermandad  quiere invitar a los jóvenes y a los no tan jóvenes, a la Chocolatada Solidaria que celebrará el Sábado 3 de Marzo a las 11h de la mañana en la Casa de Hermandad, con el fín de pasar un buen rato de convivencia y sobre todo, que el dinero recaudado en dicha actividad vaya para “Caritas Diocesana”.

Habrá desayuno para todos, y no lo olvides, por 1Euro del vaso de Chocolate Caliente, ayudarás a los que mas lo necesitan.
Te esperamos el SABADO 3 DE MARZO en la Casa de Hermandad de la Lanzada.

lunes, 27 de febrero de 2012

Vía Crucis Oficial


La Hermandad invita a todos los hermanos a participar en el Vía Crucis de la Real Federación de Hermandades y Cofradías de la Ciudad de Granada, que tendrá lugar el próximo Viernes, 2 de Marzo, con la imágen del Santísimo Cristo del Trabajo.

Todo aquella persona que quiera acompañar a la Hermandad vecina en su Vía Crucis, que se ponga en contacto con el siguiente número de teléfono y confirme su asistencia, 696562421 (Miguel Ángel).

Te esperamos!

sábado, 25 de febrero de 2012

Charla de Formación

El próximo Jueves, 1 de Marzo, celebraremos una nueva Charla de Formación, bajo el titulo de, "Los Hermanos hacemos Cofradía y Hermandad". 
La dará Emilio Pintor Rivas, miembro de la Junta de Gobierno de la Cofradía del Santo Sepulcro, exaltador del Cartel Oficial de la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Granada y exaltador del Cartel de los Gitanos y de la Esperanza del presente año.

La cita es a las 21.00 horas en los salones parroquiales externos de la Parroquia de Ntra. Señora de los Dolores, sede canónica de la Hermandad.

viernes, 24 de febrero de 2012

Cartel "Lanzada 2012"

Miguel Vicente, vocal de Formación de la hermandad y antiguo contraguía del paso de Misterio, será el encargado de presentar el cartel de la cofradía el próximo 9 de marzo, viernes.
El acto tendrá lugar en la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores.

jueves, 23 de febrero de 2012

Pregón del Costalero del Zaidín

El próximo Martes, 28 de Febrero, como es tradicional, en el día de Andalucía se celebrara el Pregón del Costalero del Zaidín, organizado conjuntamente por las Hermandades de Redención, Lanzada, Trabajo y Resurrección.


El acto será en el Teatro del Colegio Salesiano a las 12h del mediodia, cuyo pregonero será David Ayala Romera.

María Santísima de la Caridad de Hebrea

La imágen mariana de la Hermandad, María Santísima de la Caridad, se encuentra vestida bellamente de Hebrea por Fernando González.


miércoles, 22 de febrero de 2012

Preparación para la Cuaresma



«Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» (Hb 10, 24)

Queridos hermanos y hermanas

La Cuaresma nos ofrece una vez más la oportunidad de reflexionar sobre el corazón de la vida cristiana: la caridad. En efecto, este es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual.

Este año deseo proponer algunas reflexiones a la luz de un breve texto bíblico tomado de la Carta a los Hebreos: «Fijémonos los unos en los otros para estímulo de la caridad y las buenas obras» (10,24). Esta frase forma parte de una perícopa en la que el escritor sagrado exhorta a confiar en Jesucristo como sumo sacerdote, que nos obtuvo el perdón y el acceso a Dios. El fruto de acoger a Cristo es una vida que se despliega según las tres virtudes teologales: se trata de acercarse al Señor «con corazón sincero y llenos de fe» (v. 22), de mantenernos firmes «en la esperanza que profesamos» (v. 23), con una atención constante para realizar junto con los hermanos «la caridad y las buenas obras» (v. 24). Asimismo, se afirma que para sostener esta conducta evangélica es importante participar en los encuentros litúrgicos y de oración de la comunidad, mirando a la meta escatológica: la comunión plena en Dios (v. 25). Me detengo en el versículo 24, que, en pocas palabras, ofrece una enseñanza preciosa y siempre actual sobre tres aspectos de la vida cristiana: la atención al otro, la reciprocidad y la santidad personal.

1. “Fijémonos”: la responsabilidad para con el hermano.

El primer elemento es la invitación a «fijarse»: el verbo griego usado es katanoein, que significa observar bien, estar atentos, mirar conscientemente, darse cuenta de una realidad. Lo encontramos en el Evangelio, cuando Jesús invita a los discípulos a «fijarse» en los pájaros del cielo, que no se afanan y son objeto de la solícita y atenta providencia divina (cf. Lc 12,24), y a «reparar» en la viga que hay en nuestro propio ojo antes de mirar la brizna en el ojo del hermano (cf. Lc 6,41). Lo encontramos también en otro pasaje de la misma Carta a los Hebreos, como invitación a «fijarse en Jesús» (cf. 3,1), el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe. Por tanto, el verbo que abre nuestra exhortación invita a fijar la mirada en el otro, ante todo en Jesús, y a estar atentos los unos a los otros, a no mostrarse extraños, indiferentes a la suerte de los hermanos. Sin embargo, con frecuencia prevalece la actitud contraria: la indiferencia o el desinterés, que nacen del egoísmo, encubierto bajo la apariencia del respeto por la «esfera privada». También hoy resuena con fuerza la voz del Señor que nos llama a cada uno de nosotros a hacernos cargo del otro. Hoy Dios nos sigue pidiendo que seamos «guardianes» de nuestros hermanos (cf. Gn 4,9), que entablemos relaciones caracterizadas por el cuidado reciproco, por la atención al bien del otro y a todo su bien. El gran mandamiento del amor al prójimo exige y urge a tomar conciencia de que tenemos una responsabilidad respecto a quien, como yo, es criatura e hijo de Dios: el hecho de ser hermanos en humanidad y, en muchos casos, también en la fe, debe llevarnos a ver en el otro a un verdadero alter ego, a quien el Señor ama infinitamente. Si cultivamos esta mirada de fraternidad, la solidaridad, la justicia, así como la misericordia y la compasión, brotarán naturalmente de nuestro corazón. El Siervo de Dios Pablo VI afirmaba que el mundo actual sufre especialmente de una falta de fraternidad: «El mundo está enfermo. Su mal está menos en la dilapidación de los recursos y en el acaparamiento por parte de algunos que en la falta de fraternidad entre los hombres y entre los pueblos» (Carta. enc. Populorum progressio [26 de marzo de 1967], n. 66).

La atención al otro conlleva desear el bien para él o para ella en todos los aspectos: físico, moral y espiritual. La cultura contemporánea parece haber perdido el sentido del bien y del mal, por lo que es necesario reafirmar con fuerza que el bien existe y vence, porque Dios es «bueno y hace el bien» (Sal 119,68). El bien es lo que suscita, protege y promueve la vida, la fraternidad y la comunión. La responsabilidad para con el prójimo significa, por tanto, querer y hacer el bien del otro, deseando que también él se abra a la lógica del bien; interesarse por el hermano significa abrir los ojos a sus necesidades. La Sagrada Escritura nos pone en guardia ante el peligro de tener el corazón endurecido por una especie de «anestesia espiritual» que nos deja ciegos ante los sufrimientos de los demás. El evangelista Lucas refiere dos parábolas de Jesús, en las cuales se indican dos ejemplos de esta situación que puede crearse en el corazón del hombre. En la parábola del buen Samaritano, el sacerdote y el levita «dieron un rodeo», con indiferencia, delante del hombre al cual los salteadores habían despojado y dado una paliza (cf. Lc 10,30-32), y en la del rico epulón, ese hombre saturado de bienes no se percata de la condición del pobre Lázaro, que muere de hambre delante de su puerta (cf. Lc 16,19). En ambos casos se trata de lo contrario de «fijarse», de mirar con amor y compasión. ¿Qué es lo que impide esta mirada humana y amorosa hacia el hermano? Con frecuencia son la riqueza material y la saciedad, pero también el anteponer los propios intereses y las propias preocupaciones a todo lo demás. Nunca debemos ser incapaces de «tener misericordia» para con quien sufre; nuestras cosas y nuestros problemas nunca deben absorber nuestro corazón hasta el punto de hacernos sordos al grito del pobre. En cambio, precisamente la humildad de corazón y la experiencia personal del sufrimiento pueden ser la fuente de un despertar interior a la compasión y a la empatía: «El justo reconoce los derechos del pobre, el malvado es incapaz de conocerlos» (Pr 29,7). Se comprende así la bienaventuranza de «los que lloran» (Mt 5,4), es decir, de quienes son capaces de salir de sí mismos para conmoverse por el dolor de los demás. El encuentro con el otro y el hecho de abrir el corazón a su necesidad son ocasión de salvación y de bienaventuranza.

El «fijarse» en el hermano comprende además la solicitud por su bien espiritual. Y aquí deseo recordar un aspecto de la vida cristiana que a mi parecer ha caído en el olvido: la corrección fraterna con vistas a la salvación eterna. Hoy somos generalmente muy sensibles al aspecto del cuidado y la caridad en relación al bien físico y material de los demás, pero callamos casi por completo respecto a la responsabilidad espiritual para con los hermanos. No era así en la Iglesia de los primeros tiempos y en las comunidades verdaderamente maduras en la fe, en las que las personas no sólo se interesaban por la salud corporal del hermano, sino también por la de su alma, por su destino último. En la Sagrada Escritura leemos: «Reprende al sabio y te amará. Da consejos al sabio y se hará más sabio todavía; enseña al justo y crecerá su doctrina» (Pr 9,8ss). Cristo mismo nos manda reprender al hermano que está cometiendo un pecado (cf. Mt 18,15). El verbo usado para definir la corrección fraterna —elenchein—es el mismo que indica la misión profética, propia de los cristianos, que denuncian una generación que se entrega al mal (cf. Ef 5,11). La tradición de la Iglesia enumera entre las obras de misericordia espiritual la de «corregir al que se equivoca». Es importante recuperar esta dimensión de la caridad cristiana. Frente al mal no hay que callar. Pienso aquí en la actitud de aquellos cristianos que, por respeto humano o por simple comodidad, se adecúan a la mentalidad común, en lugar de poner en guardia a sus hermanos acerca de los modos de pensar y de actuar que contradicen la verdad y no siguen el camino del bien. Sin embargo, lo que anima la reprensión cristiana nunca es un espíritu de condena o recriminación; lo que la mueve es siempre el amor y la misericordia, y brota de la verdadera solicitud por el bien del hermano. El apóstol Pablo afirma: «Si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros, los espirituales, corregidle con espíritu de mansedumbre, y cuídate de ti mismo, pues también tú puedes ser tentado» (Ga 6,1). En nuestro mundo impregnado de individualismo, es necesario que se redescubra la importancia de la corrección fraterna, para caminar juntos hacia la santidad. Incluso «el justo cae siete veces» (Pr 24,16), dice la Escritura, y todos somos débiles y caemos (cf. 1 Jn 1,8). Por lo tanto, es un gran servicio ayudar y dejarse ayudar a leer con verdad dentro de uno mismo, para mejorar nuestra vida y caminar cada vez más rectamente por los caminos del Señor. Siempre es necesaria una mirada que ame y corrija, que conozca y reconozca, que discierna y perdone (cf. Lc 22,61), como ha hecho y hace Dios con cada uno de nosotros.

2. “Los unos en los otros”: el don de la reciprocidad.

Este ser «guardianes» de los demás contrasta con una mentalidad que, al reducir la vida sólo a la dimensión terrena, no la considera en perspectiva escatológica y acepta cualquier decisión moral en nombre de la libertad individual. Una sociedad como la actual puede llegar a ser sorda, tanto ante los sufrimientos físicos, como ante las exigencias espirituales y morales de la vida. En la comunidad cristiana no debe ser así. El apóstol Pablo invita a buscar lo que «fomente la paz y la mutua edificación» (Rm 14,19), tratando de «agradar a su prójimo para el bien, buscando su edificación» (ib. 15,2), sin buscar el propio beneficio «sino el de la mayoría, para que se salven» (1 Co 10,33). Esta corrección y exhortación mutua, con espíritu de humildad y de caridad, debe formar parte de la vida de la comunidad cristiana.

Los discípulos del Señor, unidos a Cristo mediante la Eucaristía, viven en una comunión que los vincula los unos a los otros como miembros de un solo cuerpo. Esto significa que el otro me pertenece, su vida, su salvación, tienen que ver con mi vida y mi salvación. Aquí tocamos un elemento muy profundo de la comunión: nuestra existencia está relacionada con la de los demás, tanto en el bien como en el mal; tanto el pecado como las obras de caridad tienen también una dimensión social. En la Iglesia, cuerpo místico de Cristo, se verifica esta reciprocidad: la comunidad no cesa de hacer penitencia y de invocar perdón por los pecados de sus hijos, pero al mismo tiempo se alegra, y continuamente se llena de júbilo por los testimonios de virtud y de caridad, que se multiplican. «Que todos los miembros se preocupen los unos de los otros» (1 Co 12,25), afirma san Pablo, porque formamos un solo cuerpo. La caridad para con los hermanos, una de cuyas expresiones es la limosna —una típica práctica cuaresmal junto con la oración y el ayuno—, radica en esta pertenencia común. Todo cristiano puede expresar en la preocupación concreta por los más pobres su participación del único cuerpo que es la Iglesia. La atención a los demás en la reciprocidad es también reconocer el bien que el Señor realiza en ellos y agradecer con ellos los prodigios de gracia que el Dios bueno y todopoderoso sigue realizando en sus hijos. Cuando un cristiano se percata de la acción del Espíritu Santo en el otro, no puede por menos que alegrarse y glorificar al Padre que está en los cielos (cf. Mt 5,16). 

3. “Para estímulo de la caridad y las buenas obras”: caminar juntos en la santidad.

Esta expresión de la Carta a los Hebreos (10, 24) nos lleva a considerar la llamada universal a la santidad, el camino constante en la vida espiritual, a aspirar a los carismas superiores y a una caridad cada vez más alta y fecunda (cf. 1 Co 12,31-13,13). La atención recíproca tiene como finalidad animarse mutuamente a un amor efectivo cada vez mayor, «como la luz del alba, que va en aumento hasta llegar a pleno día» (Pr 4,18), en espera de vivir el día sin ocaso en Dios. El tiempo que se nos ha dado en nuestra vida es precioso para descubrir y realizar buenas obras en el amor de Dios. Así la Iglesia misma crece y se desarrolla para llegar a la madurez de la plenitud de Cristo (cf. Ef 4,13). En esta perspectiva dinámica de crecimiento se sitúa nuestra exhortación a animarnos recíprocamente para alcanzar la plenitud del amor y de las buenas obras.

Lamentablemente, siempre está presente la tentación de la tibieza, de sofocar el Espíritu, de negarse a «comerciar con los talentos» que se nos ha dado para nuestro bien y el de los demás (cf. Mt 25,25ss). Todos hemos recibido riquezas espirituales o materiales útiles para el cumplimiento del plan divino, para el bien de la Iglesia y la salvación personal (cf. Lc 12,21b; 1 Tm 6,18). Los maestros de espiritualidad recuerdan que, en la vida de fe, quien no avanza, retrocede. Queridos hermanos y hermanas, aceptemos la invitación, siempre actual, de aspirar a un «alto grado de la vida cristiana» (Juan Pablo II, Carta ap. Novo millennio ineunte [6 de enero de 2001], n. 31). Al reconocer y proclamar beatos y santos a algunos cristianos ejemplares, la sabiduría de la Iglesia tiene también por objeto suscitar el deseo de imitar sus virtudes. San Pablo exhorta: «Que cada cual estime a los otros más que a sí mismo» (Rm 12,10).

Ante un mundo que exige de los cristianos un testimonio renovado de amor y fidelidad al Señor, todos han de sentir la urgencia de ponerse a competir en la caridad, en el servicio y en las buenas obras (cf. Hb 6,10). Esta llamada es especialmente intensa en el tiempo santo de preparación a la Pascua. Con mis mejores deseos de una santa y fecunda Cuaresma, os encomiendo a la intercesión de la Santísima Virgen María y de corazón imparto a todos la Bendición Apostólica.

Vaticano, 3 de noviembre de 2011


BENEDICTUS PP. XVI

lunes, 20 de febrero de 2012

Cabildo de Hermanos: Cultos y Salida

La Hermandad convoca "Cabildo de Hermanos de Cultos y Salida", el próximo Viernes 24 de Febrero, a las 20:45h primera convocatoria y a las 21h segunda, en los Salones Parroquiales externos de nuestra Sede Canónica.

domingo, 19 de febrero de 2012

Entrega de las "Tapas" al pregonero del Zaidín

Mañana lunes, será la entrega de las "Tapas" al pregonero de las Hermandades del Zaidín de este año.
Tendrá lugar en la Iglesia de María Auxiliadora (Salesianos) a las 20.45 horas. 
Todo aquella persona que quiera acompañar a la Hermandad esta invitada a participar en este tradicional acto.

jueves, 16 de febrero de 2012

Cultos Mensuales este sábado

El próximo sábado, 18 de Febrero, se celebrarán los cultos mensuales en Honor al Santísimo Cristo de la Lanzada y María Santísima de la Caridad, Titulares de la Hermandad. 

Darán comienzo a las 20.00h en la Parroquia de Ntra Señora de los Dolores, sede canónica de la Hermandad.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Ensayos 2013

Paso de Misterio del Santísimo Cristo de la Lanzada:

-Viernes 8 de Febrero. A partir de las 21.00 horas. Casa de Hermandad.
-Viernes 22 de Febrero. A partir de las 21.00 horas. Casa de Hermandad.
-Viernes 8 de Marzo. A partir de las 21.00 horas. Casa de Hermandad.

-Jueves 21 de Marzo, mudá del paso a la Parroquia. A partir de las 21.00. Casa de Hermandad.




Paso de Palio de María Santísima de la Caridad:

-Domingo 10 de Febrero. A las 16.00 horas. Casa de Hermandad.
-Domingo 17 de Febrero. A las 16.00 horas. Casa de Hermandad.
-Domingo 24 de Febrero. A las 16.00 horas. Casa de Hermandad.
-Domingo 3 de Marzo. A las 16.00 horas. Casa de Hermandad.
-Domingo 10 de Marzo. A las 16.00 horas. Casa de Hermandad.

-Jueves 21 de Marzo, mudá del paso a la Parroquia. A partir de las 21.00. Casa de Hermandad.

Cabildo de Hermanos: Cultos y Salida

La Hermandad convoca "Cabildo de Hermanos: Cultos y Salida", el próximo Viernes 24 de Febrero, a las 20:45h primera convocatoria y a las 21h segunda, en los Salones Parroquiales externos de nuestra Sede Canónica.


martes, 14 de febrero de 2012

Pregón y Presentación del Cartel de la Juventud del Zaidín 2012

El próximo sábado 18 de Febrero, tendrá lugar el III Pregón y presentación del Cartel de la Juventud del Zaidín, organizado por los Grupos Jóvenes de Redención, Lanzada, Trabajo y Resurrección. El pregonero será el joven cofrade de la Hermandad de la Lanzada, Rafael López Moral, y cuyo presentador será Rafael Carlos Ortiz Nieto del programa “El Llamaor” de Canal Sur Radio.
Se dará lugar en la Iglesia de María Auxiliadora (Salesianos) a las 12.00 horas.


lunes, 6 de febrero de 2012

Almuerzo de la Real Federación de Hermandades y Cofradías

La Hermandad se pone en contacto con todos los hermanos interesados a participar en el Almuerzo que la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Granada realizará el proximo dia 26 de Febrero como homenaje al Pregonero Oficial de la Semana Santa de 2012. El almuerzo se celebrara en el Hotel San Anton y el precio del cubierto es de 40 euros. 

Se requiere que antes del dia 15 de Febrero se confirme vuestra asistencia.
Teléfono de Contacto para las reservas: 696 56 24 21 (Miguel Ángel).


Concierto a beneficio de la obra asistencial de la Hermandad

El Sábado 11 de febrero el grupo musical "Slow Boppers" dará un concierto a beneficio de la obra asistencial de la Hermandad.
La cita es  a las 14.00 horas en la sede Amsur en el Polígono Olinda, nave 16, Pulianas.
La entrada tiene un precio de 8€ e incluye entrada para el concierto, consumición y un plato de Paella.

Os esperamos!


miércoles, 1 de febrero de 2012

Nuestro más sentido pésame...

El Hermano Mayor y la Junta de Gobierno quieren transmitir el mas sentido pésame, tanto a la familia como a la Hermandad de la Resurrección por el fallecimiento del que fuera su Hermano Mayor D. Jose Panizza Fernandez. Rogamos a todos nuestros hermanos una oración por el eterno descanso de su alma. Descanse en paz.